Leonor Pérez Hinojosa comparte el Puro Cuento desde Costa Rica (+post)
La actriz tunera Leonor Pérez Hinojosa participa hasta el 20 de septiembre en el Festival Internacional Puro cuento que se desarrolla en Costa Rica, en representación de Cuba y del Guiñol Los Zahoríes, agrupación a la que pertenece.
Es un festival de historias, de leyendas, de tradiciones –comenta la joven-, donde interviene con dos espectáculos: Vuela pena, para el público adulto, y el infantil Cuenta clown, con títeres, juegos, canciones, manteniendo su estética de trabajo en la isla.
“Tuve el placer de presentar el espectáculo en un lugar llamado Heredia, con la bandera cubana como parte de la escenografía, fue muy bien acogido, gustó muchísimo porque las historias que me traje para acá son historias reales, son historias sobre el maltrato al adulto mayor, sobre la diversidad de género, historias que hablan de traición, de amor, es una manera de que queden en la memoria de quienes las escuchan, que pueden aportar a ayudar en algo”, declara a 26 desde las redes sociales en medio del traslado de un sitio a otro que le permite compartir con muchos creadores entregados.
“Ese es mi objetivo, un espectáculo donde combino cada historia con canciones de Carlos Varela, que me apoyan los mensajes que quiero transmitir en cada una de las historias. Está hecho con adaptaciones mías pero también de escritoras tuneros como Lucy Maestre y Saimy K Torres, tengo tres de ellas, quienes me las regalaron para que las usara, me dijeron hazlas tuyas y traté de defenderlas lo mejor que pude”.
Múltiples espacios han sorprendido a Leonor con la oportunidad de reinventarse, quien ha crecido mucho desde la niña que acompañaba a su madre Verónica Hinojosa en cada presentación para calentar su luneta en el teatro, al tiempo que se alimentaba de mil historias y formas de contar.
“He tenido actuaciones en restaurantes, teatros, cines, también tuve la posibilidad de ser la presentadora de un espectáculo importantísimo, donde había participación de uno de los narradores cubanos, donde se iban a presentar y vender los libros de Hernán Casciari, un escritor argentino con una trayectoria magnífica, y ahí estuvimos. Vi otra manera de contar, otra manera de hacer, otra estética”.
Refiere que el público es impresionante, muy agradecido de que les lleven algo de las tradiciones nuestras: “Escuchar el acento cubano para ellos es algo hermosísimo, las palabras que tenemos nosotros, los dicharachos.
“También tuve la oportunidad de trabajar en una escuelita de niños emigrantes, es muy bonito porque son muchas culturas en un solo centro, y allí ellos te aceptan y te hacen parte de la familia. Allí estuve con mis títeres, con mis canciones, con mis juegos, y fue muy bonito porque al terminar la función varios niños llegaron hasta nosotros, y en mi caso que fui la única que trabajé me abrazaron, me dieron besitos, y hasta me hicieron llorar.
“Y es hermoso, poder salir y encontrarnos con otro público, es como un termómetro para saber si lo estás haciendo bien y tomar experiencia de todos los participantes que están aquí en este festival porque siempre que puedan hacerte crecer, ayudarte a mejorar tu línea de trabajo, bienvenido sea”.
Los miedos a la primera vez también asaltan en otras latitudes, allí el artista reconoce que siempre debe estar preparado, listo para transformarse en otro ser, conectar con el que observa y lograr transmitirle esas sensaciones que fue a buscar.
“Uno de los retos que he tenido que enfrentar aquí ha sido el contar historias de terror, historias místicas, tuve una presentación en un restaurante que tiene todo un escenario y las personas acostumbran llegar ahí.
“Es muy bonito ver cómo los costarricenses pagan para ir a ver los espectáculos, se hace toda una promoción, una campaña publicitaria maravillosa y ellos pagan y buscan a los artistas. De hecho en este restaurante el precio de la entrada era un kilo de material reciclable, y el evento tiene como objetivo eso, no desechar nada.
“Para mí fue un reto porque en la vida había contado cuentos místicos, es decir, tenía como parte de mi repertorio pero no acostumbro a hacerlo porque en Cuba no es algo común. Pero lo hice, fue un reto porque a veces lo que menos nos gusta hacer es con lo que más tratamos de entregarnos, y gustó muchísimo. Ya sé que debo estar preparada”.
El Puro cuento se realiza en Costa Rica desde el 2002, visitando en estos años las siete principales ciudades del país. En esta edición la temática central es el cuidado del medio ambiente con actividades como la siembra y mantenimiento de mil árboles en la zona de Cartago.