Un artista que le canta al amor

Quien conozca a Richard Gómez quizás no imagine, detrás de esa formalidad, cuánta grandeza humana y profesional inunda su persona. Guitarra en manos y corazón abierto, suele desandar nuestras calles dispuesto a compartir su talento con amigos a quienes nunca olvida y agradece siempre.

Es, sin lugar a dudas, uno de los cantautores cubanos que más temas ha dedicado a las mujeres, con la singularidad de que varios poseen nombres de féminas. Yamilet o Casi todoCristina o Dice la nocheAídaMaribelVictoria y Amelia, están en su repertorio. «…Maimará, Maimará cuántas olas vienen de tu mar;/ Maimará, Maimará píntame un suspiro universal…» (Dedicado a su hija).

El gusto por la música le llega por la familia. «Mi padre (Rolando Gómez) formó parte del binomio autoral Yáñez y Gómez, famoso por componerles canciones a Benny Moré, José Antonio Méndez y otros grandes de Cuba. Mientras mi madre (Celestina Fortes) «siempre fue (y es aún hoy con 100 años) de esas mujeres que cantan en todo momento, ya sea entre cacerolas o debajo de una ducha.

«Desde muy chiquito cogía mi guitarrita y tocaba algo, pero no fue hasta los 12 años cuando supe que definitivamente nací para ella. Resulta que mi papá había prestado una guitarra y cuando vinieron a devolverla yo la recibí y sentí como un impacto, como que este instrumento nunca se iría de mi vida». Así fue.

A veces con amigos contemporáneos, otras con adultos, pero siempre guiado por su progenitor, aprendió a dominar la más bella forma de lo bello. «Mis padres siempre me apoyaron. Recuerdo que cuando inventaba un tema me decían: sigue así que vas bien. Pero creo que empecé a coger la música en serio a partir de mi entrada al Movimiento de la Nueva Trova en el año 1983».

No hay que hablar mucho con Richard para percatarse de su modestia. Solo gracias a su currículo pude enterarme de que, además de trovador y compositor, es productor de teatro, danza y espectáculos, así como representante de giras artísticas. Incluso en 1985 fue nombrado presidente del Movimiento de la Nueva Trova en la capital del país.

El autor del CD Guarapo frío es natal de La Habana y ha compartido escenario con Martha Campos, Frank Delgado, Noel Nicola, Carlos Varela, Liuba María Hevia, entre otros, además, fue representante y productor de Gerardo Alfonso.

Aunque residió unos años en Argentina nunca olvidó su amor por la Isla y la música cubana. Allá integró el quinteto Habana, junto a Rafael de la Torre, César Gavidia y otros. También nació su disco Del verso la pluma.

Así continuó su camino en el arte, desbordando poesía a través de las cuerdas de su guitarra en varios sitios culturales. Y, precisamente, en una de esas andanzas arriba a Las Tunas, sin sospechar que el amor (leitmotiv de su obra creadora) le esperaba para convertirlo en hijo adoptivo de esta tierra.

«… NADA HAY COMO TU AMOR,/ NADA HAY COMO TU AMOR,/ TAN DULCE CUAN GUARAPO FRÍO…»

«Yamilet llega a mi vida como un ave. Ella trabajaba en el centro cultural Huellas y le correspondió atenderme durante un concierto en ese lugar. Ya yo había venido antes al Balcón de Oriente e integraba desde el 2012 la empresa de la música Barbarito Diez. Pero Yamilet me llegó al alma de tal forma que 10 días después de haber regresado a La Habana, ya estaba de vuelta aquí.

«Ella me ha regalado muchos matices, me ha ofrecido la posibilidad de rejuvenecer y compartir momentos especiales, se lo agradezco mucho». Y a través de canciones él lo demuestra: «… No hay que hacer de la confianza una cobija,/ Ni de un beso el alivio a padecer./ Eres luz cuando se apaga mi comarca,/ El andén donde receso de escapar…» (Yamilet o Casi todo).

Por su parte, Yamilet Cuevas Pérez (su pareja) me comenta: «Es especial, muy dedicado al trabajo y si abre su corazón a alguien lo acoge como parte de la familia. Nuestra relación fue luchada, pero valió la pena. Como es negro y yo no, al principio tuvimos algunos detractores, pero ya eso quedó en el pasado porque comprendieron sus cualidades, que son las que realmente importan. Aunque no somos jóvenes, nuestro amor es juvenil y somos felices».

SIEMPRE AGRADECIDO

Richard se considera una persona muy agradecida. Me menciona varios nombres de amigos amantes de la buena música que ocupan un lugar especial en su corazón, entre ellos el maestro músico Juan Francisco Borges, Andrés Rivero, Niurka Márquez, Norge Batista, Carlos Tamayo y Giudel Gómez, este último director de la Orquesta de Cámara de Las Tunas.

«Uno como trovador tiene la misión de luchar por la gente. Para mí es muy importante que las personas sepan que yo formo parte de ellas. Hay que tomarse su tiempo para hablar con el vecino y no mantenerse distante», señaló.

Humanos, sensibles y obviamente enamorados, Richard y Yamilet caminan unidos, se saben cómplices del sentimiento que hace de cada día un acorde. Ella es su musa inspiradora. Él, el guardián de sus sueños. Ya se despiden, pero no sin antes invitarnos a disfrutar hoy, 14 de Febrero, del encuentro De amores y nombres, que en Las Columnas de la Plaza Cultural, de Las Tunas, reunirá a varias manifestaciones artísticas en torno al amor y la amistad.