MJ Chávez, ganadora del Premio Portus Patris 2023
Las Tunas.- Hija de la Ciudad Heroica, 28 años, apasionada a la ciencia ficción y fantasía, pelo enredadera, mirada inteligente, a todas luces afable… Así es la ganadora del Premio Literario Portus Patris 2023, resultado dado a conocer este fin de semana en la Villa Azul, Puerto Padre. Hablamos de María de Jesús Chávez Vilorio (conocida en el universo literario como MJ Chávez), quien con el cuaderno de cuentos Setenta y cuatro días venció en la anhelada lid.
El jurado, presidido por Dazra Novak (nombre artístico de Mairely Ramón Delgado, quien funge como directora del centro de formación literaria Onelio Jorge Cardoso) y compuesto -además- por Yeilén Delgado y Abel Guelmes Roblejo, contemporáneos activos dentro del campo de las letras, otorgó -por unanimidad- el lauro a María de Jesús, por ofrecer una compilación de cuentos que desbordan imaginación y buen manejo de los argumentos, además de tratar importantes temas de la actualidad como la compleja influencia de las redes sociales y demás prácticas en Internet, en el desarrollo de nuestra vida cotidiana. «Este libro ofrecerá a los lectores una lectura amena, pero también les hará pensar», resaltó el dictamen.
MJ Chávez estudió Periodismo, pero trabaja en el área del marketing. En diálogo con 26, confiesa que es un honor ganar en un concurso que no es de ciencia ficción y fantasía, con un cuaderno de este tipo. «Eso me dice que los jurados de narrativa están teniendo en cuenta el género a la hora de premiar», resume.
«El género fantástico te da alas», afirma la egresada del «Onelio Jorge Cardoso», a quien la ciudad de Las Tunas le parece un lugar genial, pues coexisten muchas personas a quienes les gusta la literatura. No es de extrañar, entonces, que rodeada de seres con intereses comunes, apenas haya tenido tiempo para dormir durante el «Portus Patris» por disfrutar durante el evento de lo lindo de peñas, tertulias e iniciativas semejantes.
«Aunque el realismo es extraordinario, imagínate también crear mundos…, es lo que hacemos nosotros. Eso me hace muy feliz, crear mundos a la medida de lo que tengo en la cabeza. Lo fantástico me da libertad y me permite ser más imaginativa. No quita que en algún momento retome el realismo con las nuevas herramientas que he adquirido con el paso del tiempo. Pero la ciencia ficción y fantasía es mi vida, algo que adoro desde niña», continúa.
El hábito de la lectura que envuelve a su familia le ayudó a crecer rodeada de libros y a hurgar en sus páginas. Su papá (Alfredo), en particular, la inspiró a ser creativa, acercándola a tópicos que han sido útiles en su camino literario. Mientras, su madre (Yamila) es historiadora y los conocimientos sobre ello le han sido muy provechosos para generar ideas.
Un buen día se dijo «yo quiero escribir», y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Hace unos meses, incluso, ganó el lauro colateral de ciencia ficción y fantasía que se entrega dentro del Premio Regino E. Boti y mereció una mención en el certamen, en general.
«Todo lo que uno escribe tiene que tener la impronta de lo que solo uno puede hacer y aquí en Cuba tenemos historias que pueden convertirse en trigo para crear literatura fantástica. Somos un ajiaco, somos complicados. Incluso la ciencia ficción tiene algo de magia porque nuestras vidas tienen algo de magia. Aquí -por ejemplo- es difícil conocer a alguien que sea realmente ateo o realmente escéptico. Siempre estamos abiertos a que nos sorprendan, y eso es algo que uno puede trasladar a la literatura», explica la muchacha cuyo nombre artístico parece estar en sintonía con el mundo apasionante que defiende.
Por esos senderos, se confiesa enamorada perdidamente de la obra del escritor británico Neil Gaiman, aunque también gusta de las creaciones de Philip Kindred. «Vivo en concordancia con la ciencia ficción, por su manera de ver el futuro porque sus historias tienen alma. No importa que tu historia trate de la forma de vida menos humanoide posible, tu historia puede y debe tener alma.
«La literatura ha sido una gran constante en mi vida y es lo que me salva cuando las cosas parecen ir mal. Cuando el mundo material que me rodea se muestra oscuro, regreso a ese mundo que tengo en mi cabeza, donde yo soy la que manda y puedo transformarlo a mi antojo. Además, mientras más libros lees, más se amplía ese dentro de tu cabeza y más posibilidad tienes de escapar de las cosas cotidianas que no te hacen feliz o realizada», puntualiza.
Un día se dio cuenta de que estaba realmente mal porque no tenía deseos de leer -narra- y a partir de ahí cambiaron muchas cosas, incluida su relación con la literatura. «Dejé el realismo y empecé a escribir lo que me salía del estómago, lo que las vísceras me pedían escribir. Y creo que nunca he sido tan feliz, cuando dejé de preocuparme por lo que creían los otros y hasta de participar en concursos y tener publicaciones apresuradas.
«Me fascina tratar de entender la reacción del ser humano ante un mundo que avanza cada vez más rápido. Por eso, quizás, cuando hablo del futuro, no me voy demasiado lejos, me quedo aquí, cerca, en lo que estoy viendo y en cómo puedo evolucionar. Por eso también prefiero utilizar mi ciudad como escenario. Santiago merece que le canten por su geografía, cultura, historia… Es una ciudad hermosa.
«Asimismo, me gusta emplear como escenario a Santa Cruz del Sur, Camagüey, un pueblo con el que tengo mucha relación, donde vive mi papá. Pero en general me gusta tocar la humanidad, esa sensación de que perdemos el tiempo, o estamos tan enfocados en alguna área que descuidamos otras. Aparte de utilizar un poco de sentido del humor, aunque mis cuentos no son propiamente humorísticos», puntualiza.
Esta afiliada a la Asociación Hermanos Saíz (AHS) pertenece al taller nacional Espacio Abierto, que radica en La Habana, y es una de las coordinadoras del Proyecto Quinta Dimensión, de Santiago de Cuba, ambos dedicados a impulsar la ciencia ficción y fantasía. Ha obtenido varios lauros a pesar de su juventud, entre los que figura la beca Caballo de Coral, el Premio Oscar Hurtado de Ciencia Ficción y Fantasía 2021 y una mención en ese última lid, pero en el 2022.
Obras suyas aparecen publicadas en varias antologías y, además de Setenta y cuatro días, que saldrá por la editorial Sanlope como agasajo por haber ganado el Premio Portus Patris 2023, tiene otro libro en proceso de publicación.
Tejiendo historias sobre Internet, las inteligencias artificiales y curiosos universos afines, se encuentra esta joven que, aunque aún no ha cultivado la poesía, tiene en proyecto -reto personal- una novela.
Y con un consejo a quienes les interese la literatura termina el diálogo: «Escribe desde las vísceras, escribe lo que te salga, lo que quisieras leer y lo que más se parezca a como ves el mundo. De lo contrario, no lo hagas porque no va a tener alma, y eso es lo importante, que tenga alma».