Foro interactivo Por los caminos del canto y el verso

Trabajos investigativos

Clásico del repentismo en Cuba.

Lic. Amor Benítez Hernández

Orlando Laguardia Oramas. El peligro de cualquiera

Poeta, decimista e improvisador.

Con doce años cantó su primera décima en Rayo y Maloja, el barrio de Marte. En aquella época, él iba de la mano de su abuela Cesárea a los guateques. Laguardia relata que Domingo García, el Jinete campesino, le cantó a su abuela y él le contestó, y desde ese instante no abandonaría su vocación por el punto cubano y a partir de ahí no se detuvo el desarrollo perpetuo alcanzado por su poesía.

Desde temprana edad comenzó a cantar décimas en los guateques y fiestas familiares. En 1950 y con 15 años de edad, Laguardia se presentó en el programa competitivo de la RHC, Cadena Azul, Buscando el Príncipe del Punto cubano, donde ganó el primer premio.

En 1960 Laguardia realiza varios viajes que le permiten cosechar grandes amistades en Cuba y el extranjero:     Nicaragua, Colombia, Venezuela, África: Angola Mozambique, Zambia, Cabo Verde. También se presenta en las Islas Canarias, a donde viajó 29 veces.

Entre las personalidades a las que le ha cantado Laguardia se encuentran: Ángela Davis, Harry Belafonte, Gabriel García Márquez, Oswaldo Guayasamín, Pablo Montero a la escolta del presidente Salvador Allende, Ignacio Lula da Silva, siendo presidente de Brasil, Román Rodríguez, Presidente de Canarias, Paulino Rivero, Presidente de Canaria, Samper, expresidente de Colombia, Lenin Moreno expresidente de Ecuador, Universi  Zambrano, embajador de Ecuador Fidel Castro entre otros.

Laguardia, además, es el autor de bellas obras musicales que hablan del trabajo creador de los campesinos. Entre sus obras sobresalen “Las cuerdas de mi Guitarra”, “La nueva vida”, y otras, muchas de las cuales han sido grabadas en dos discos de larga duración interpretados por Celina González y el grupo Ismaelillo de Matanzas. Por ejemplo, Oscar de León le grabó el número Padre e Hijo que goza de gran popularidad en Venezuela y otros países.

Escribió durante ocho años el Noticiero Cantado del programa Haciendo Radio de la emisora Radio Rebelde, espacio preferido por el campesinado cubano que discutió hasta el último momento el premio de la UNESCO.

A este reconocido repentista cubano se le han otorgado galardones tales como la medalla Raúl Gómez García, el premio Marcos Martí, La Viajera Peninsular … Su labor fue prolifera en actos campesinos y como integrante de jurado de diferentes concursos, Festivales Nacionales, provinciales y Municipales de música tradicional cubana (género campesino) y fundador de la Jornada Cucalambeana, actividades en la Sala White, Casa Naborí de Limonar, en Unión de Reyes, Matanzas, Agramonte también de la Atenas de Cuba; incluyendo su participación como Jurado del premio Caracol de la UNEAC.

Tiene publicados los libros: Canto de Cuba a Canaria y mis Amistades Canaria y dos cintas de controversias con el poeta Bernardo Gutiérrez de la Palma, Isla Canaria, los discos: Mi número Padre e hijo, grabado por Oscar de León, Homenaje a Luis Gómez, Separados por el Mar, esta última resultó una obra muy gustada en el Cubadisco, 2010. Su folleto Controversias Cubanas fue vendido en la ciudad de Nueva York. 


Décimas entre Cuba y Canarias: algo más que un retorno

MSc. Saylí Alba Álvarez

Décimas entre Cuba y Canarias: algo más que un retorno, es un libro de investigación. Está sustentado en el afianzamiento del punto cubano a través de la emigración canaria a Cuba.  En la primera parte se realiza un estudio que tiene como base los diferentes períodos de la emigración isleña a Cuba y su relación con el punto cubano en la región central y occidental. En la segunda parte se realiza un recuento de cómo estos propios emigrantes, a través de la teoría del retorno, llevaron el punto cubano a las Islas Canarias, cuando ya el empleo de las décima en estas tierras había sido barrido por otras formas genéricas desde el siglo XIX. el trabajo presenta testimonios y ejemplos del desarrollo de la manifestación en las Islas Canarias a través de varias entresvistas a muchos de sus cultores. Tiene una amplia revisión bibliográfica y décimas ilustrativas del retorno del punto cubano a las Islas canarias.


El Guambán de la alegría. Clásico de la tonada en Cuba.

Lic. Amor Benítez Hernández

La poesía oral improvisada y cantada permanece intacta, porque sus raíces se afianzan en lo más profundo de nuestra herencia humana y cultural. La voz de nuestros ancestros se mantiene y transitan de las manos de los poetas de las diversas generaciones, va de padres a hijos, de abuelos a nietos y de pequeñas comunidades a todo un pueblo.

Cecilio Pérez Martínez. EL Guambán de la Música Campesina es un tonadista de primera fila, no solo por su musicalidad sino por su carácter antropológico.

A los 7 años comenzó a cantar con su padre, en el Trío Pinareño, desde entonces interpretaba las décimas de su padre. Marcelino Pérez Rodríguez (18. 6.?-29.6 65) El   niño poeta como  le decía su  padre pasó a ser un joven del arte campesino y  también   improvisa décimas con 18 años el, 24 de Febrero de 1958, interpretó a petición de Justo Vega, el ilustre caballero de la décima cubana[1], una controversia con  Gilberto Morales, el niño prodigio[2] hijo del poeta Dilio Morales en el programa: “Patria Guajira” de Radio Cadena Habana. Una de los mejores programas campesinos de esa etapa (24. 2. 58) Aquella interpretación le ganó el respeto y agrado del pueblo, dejándolo como suplente de los reconocidos poetas: El Jilguero y Raúl Rondón.

En 1960, integró el Conjunto de Alejandro Aguilar, donde permaneció hasta 1972. Este conjunto  estaba compuesto por  Alejandro Aguilar, Director , María Julia Pérez , cantante,  Calixto Campos , bongosero, Divaldo Santana, Güiro, Ignacio Herrera , trecero, José Herrera, guitarrista,  Rolando García,  percusionista , Alcides Mendosa,   trescero, Enrique Navarrete, guitarra .Con el grupo  viajó a varios países: China, Mongolia , Corea , URSS hasta 1972 .En 1961, siendo Joven Alejandro Aguilar , el Príncipe del Laúd, lo llevó a  la CMQ, para que lo escucharan Eduardo Saborit, Adolfo Alfonso, Miguel Ojeda[3]

En 1963, lo llamaron para el programa: Vivimos en Campo Alegre, de Radio Rebelde donde permaneció por 22 años. Este programa pasó a ser llamado “La Parranda de Rebelde” dirigido por Aurelio Rodríguez, Yeyo y en el cual se mantuvo laborando, durante 52 años.

En este período, además, formó parte del elenco del programa estelar televisivo: Palmas y Cañas, hasta el año 2003, durante 45 años. Consecutivos.

En el 1969, matriculó en la escuela de música, Conservatorio Ignacio Cervantes. Cursó hasta el 3er año de teoría y solfeo. En su estancia en el Conjunto de Alejandro Aguilar, pudo actuar junto al Jilguero de Cienfuegos y Carmelina Barberis[4], realizó una gira por la URSS, China, Mongolia y Corea del Norte, impidiéndole continuar en la escuela de música. Sin embargo, se mantuvo en el Conjunto de Alejandro Aguilar por 12 años.

Participó en el programa estelar televisivo humorístico y musical: San Nicolás del Peladero. También formó parte del elenco del programa televisivo: Casos y Cosas de Casa.  Actuó con Luis Lloró en El Son Voy Abajo. Trabajó con el actor que interpretaba a Filomeno (Pototo y Filomeno) en varios programas, después que se marchó el actor que hacía de Pototo.

Entre las medallas recibidas debemos resaltar: Medalla por la Cultura Cubana, Raúl Gómez García, que propone el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, recibió la condición de Vanguardia Nacional en tres ocasiones, Trabajador Distinguido del Ministerio de la Cultura, Tres Medallones del ayuntamiento de Telde de las Palmas de Gran Canarias, entre otras. 

Ha recibido reconocimientos de: La asociación de vecinos “Maestro Rolf”, Barranquillo de Don Zoilo, en Palmas de Gran Canarias, España (en 1999). El Ministerio de Cultura, el Buró provincial de PCC y el Consejo de la Administración en la Ciudad de la Habana, le otorgó un reconocimiento compartido con Guambín, en el 2004. También, se incluye el homenaje a su trabajo por el Centro Provincial de la Música de la Habana, entre otras muchas distinciones Recientemente le fue conferida la Medalla de la ANAP, por su labor desplegada durante 55 años con la ANAP, 2016.

A pesar de su jubilación, está contratado en las emisoras: Radio Cadena Habana, Radio Rebelde y la Taberna de la Muralla, de la empresa turística Habaguanex.SA.

Nota de la autora: Poeta y excelente tonadista rescató la tonada de Juan Pagés   e interpreta la tonada africana cantada muy poco por los tonadistas. Hizo la combinación perfecta, motivando al pueblo con la pareja de Gilbertico Morales, Guambín, que es muy conocida por la presentación de su tonada “Guambín y Guambán con el pueblo, Guambín y Guambán, pa´pa´pam…”.

[1]Vega Enríquez, Justo, El caballero de la Décima. (San Antonio de Cabezas , Matanzas 9.8.1909- C Habana 12.1.1993), poeta repentista

[2] Morales, Ignacio Gilberto. Guambín, (Bauta, Provincia Artemisa  31.7. 1944). Poeta, Tonadista).Compartió escenario con Cecilio Pérez, el Guambán por más de 20 años, hacían la pareja perfecta, con su tonada Guambín y Guambán con el pueblo… pá, pá,pam  y otras.



Vida y obra de El Cucalambé

Yaisemys Batista Reyes

Provincia Malange, Angola.

La excelsa obra literaria del bardo tunero, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, más conocido como El Cucalambé, tuvo su máxima expresión en su poesía dulce y ambientalista. Favorecidas y recreadas sus décimas por las bellezas del medio natural donde vivió, las mismas constituyeron el escenario perfecto que contribuyeron a su crecimiento profesional. Sus poemas: Mi Hogar, dedicada a su casa natal radicada en El Cornito, La Alborada, relacionada con un bello amanecer, y Galas de Cuba, a su Patria querida, son una prueba fehaciente de la trascendencia de su espinela.

En los albores del siglo XIX, su obra como repentista fue el marco perfecto para idealizar también el amor, representado en sus poemas: A mi Rufina, y Hatuey y Guarina. La diosa de sus ideas, Isabel Rufina Rodríguez Acosta, fue un eslabón fundamental de su arte, y la reina con quien compartió sus triunfos y su corta vida. Reconocido de igual forma como periodista, editor y dramaturgo, en cada prosa se evidencia su tendencia a palpar temas álgidos y sensibles para la época que le tocó vivir.

Décimas, sonetos y romances; refuerzan en sus letras nuestras tradiciones y raíces campesinas. Admiremos hoy, y por siempre, su escritura emblemática y sublime, que convirtieron a El Cucalambé, en una de las glorias indiscutibles de  la poesía cubana de todos los tiempos.


Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y la poesía bucólica cubana

Autoras: María Caridad Sao Rodríguez

Diana de la Caridad Cervantes Almaguer

Mediante el estudio de la literatura escrita en Las Tunas se fomentan valores éticos y estéticos que promueven el respeto por los sentimientos de identidad hacia el territorio. Por lo tanto, acercar a los estudiantes de la carrera Licenciatura en Español-Literatura a la producción literaria de la poesía bucólica cubana y adentrarlos en la obra del poeta tunero del siglo XIX Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, los forma en el reconocimiento de los vínculos de la poesía de este autor con los factores económicos, políticos, históricos  y sociales determinantes en el largo proceso de formación de la cultura y la identidad nacional. La propuesta de un programa optativo con tres temas: Panorama  histórico, político, económico, social y cultural  del siglo XIX. El Romanticismo; Las tendencias siboneísmo y el criollismo principales exponentes de lo bucólico en la poesía cubana y Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. Poeta tunero del siglo XIX; los prepara para apreciar los valores estéticos, cognoscitivos, éticos y lúdicos de la obra de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y saber expresarlos mediante el ejercicio interpretativo-valorativo.


La controversia cubana: un duelo de astucias

MSc. Agustín Pérez Álvarez.

La Casa Iberoamericana de la Décima de las Tunas ofrece a los investigadores la oportunidad de presentar sus trabajos en un Evento de calidad bien organizado, durante más de veinte años los trabajos presentados han contado historias y relaciones locales y nacionales, necesarias para que el repentismo no caiga en el olvido, en la actualidad se necesita cambiar estilos y temáticas, por ello nuestro trabajo aborda el tema de la Inteligencia emocional como un sistema de aptitudes y habilidades que determinan la conducta escénica y creativa del repentista cubano, analiza las emociones, dificultades y relevancia de la creación poética sobre la base de bibliografías actualizadas sobre el tema de la inteligencia emocional de Cristóbal Martínez Gómez y el clásico de Daniel Goleman,  pretendemos teorizar y ejemplificar con música en vivo la influencia del punto cubano en los procesos paradigmáticos y sintagmáticos de la controversia cubana lo cual consideramos un aporte a las relaciones del patrimonio inmaterial de la humanidad.


La décima en Cuba y El Cucalambé

MSc Maritza Batista Batista

En Cuba, durante el siglo XIX la décima se consolida, alcanza la aceptación total de versificadores populares y poetas reconocidos, hasta convertirse en tradición con una estructura fija, ritmo y musicalidad, que le permiten arraigarse tanto en el campo como en la ciudad. Precisamente, es la pluma del tunero Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (1829-1861) quien privilegia y eleva el uso de la espinela en ese siglo, supera en ella el criollismo para convertirla en la estrofa de la nación cubana, en canto de un pueblo que no solo la asimila, sino que la siente.

La décima espinela resultó la preferida en la tradición cantada, la de la oralidad; la escrita se consolida, y ambas, desde lo culto y lo popular, se desplazan por todo el archipiélago cubano donde se toma como propia y se intensifica su empleo, hasta tal punto que deviene en estrofa nacional y se arraiga y fructifica en el Balcón del Oriente cubano.

El hecho de que figure un tunero como la máxima representación en el cultivo de esta fórmula literaria resulta motivo esencial para que Las Tunas sea una provincia pródiga en su uso; cierto es que, a partir de la evolución por la que transita la composición, del auge que logra con la popularidad a la que la lleva El Cucalambé, en este territorio resulta una estrofa privilegiada en la creación, promoción y consumo. Se cultiva y se consume en un alto grado, para seguir siendo por siempre esa “viajera aplatanada”, símbolo identitario que figura, desde las canturías, eventos y jornadas cucalambeanas en todo el archipiélago cubano.


La poesía de El Cucalambé: Crónica de una época desde una perspectiva antropológica.

MSc   María Eugenia Azcuy.

     – Qué es y qué no es

                                                                                                     ¡Vaya Misterio!

                                                                                                        – La poesía es eso.

                                                                                       Excilia Saldaña: La  Noche.

Aplicar a la poesía de El Cucalambé la perspectiva antropológica resulta relativamente fácil pues comparte lo inmediato y lo histórico para desbordar el molde rígido que ata y controla los sentimientos, y dejarlos libres, en una libertad que se hace cada vez más humana.

Escribió José Martí en El Partido Liberal. México, 1891: Lo importante es que le nazcan a la libertad hombres reales. Para Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (1829- 1861), Libertad es lo más íntimo de todo acto de creación humano. Pero esta realización tiene un fin y una meta: la libertad ligada a lo universal.

 La criollización de la décima en la obra de El Cucalambé no solo se hace popular, sino también conversacional. La conversación está canalizada en términos de figura: la ironía y la metáfora, por ejemplo, y contiene una gran carga simbólica y modos de ver el mundo. Su experiencia de vida comprometida, nos envuelve en emociones y en saberes de nuestra cultura que sentimos y entendemos al mismo tiempo.

La poesía de Nápoles Fajardo nos acerca a otro significado del lenguaje, el que tiene que ver con la conciencia, pues a través de su ritual se muestra, de manera metafórica, el nacimiento y los lamentos del poeta.

La poesía de El Cucalambé celebra el lenguaje de una manera popular pero llena de contenidos que tienen que ver con lo autobiográfico, con la memoria. Se ha alegorizado el lenguaje hasta hacerlo nostálgico y, al mismo tiempo de futuro y consciente de la realidad y de su historia.

Juan Cristóbal Nápoles Fajardo se encuentra comprometido con la construcción de un mundo de ideas universales en donde puede mostrar todas sus posibilidades creativas y de relación humana. Para lograrlo emplea formas poéticas con una mezcla de queja y verdad que, en principio, se nos presenta como lírica para acabar siendo sátira y protesta.

 Identificado con la idiosincrasia de su pueblo y con la psicología de nuestros campesinos, El Cucalambé como dijera Jesús Orta Ruiz, nos hace paladear los sabores de la patria.

 Estamos en presencia de un poeta que abarca diferentes temas, todos relacionados con la vida de su pueblo. El uso de la palabra sencilla, ligera, sin vulgarismos, hizo posible que permaneciera en la memoria de los pobladores.

El Cucalambé es dueño de la más remota herencia que conoce la historia universal de la literatura y de la más antigua función de la cultura humana: la de vaciar en versos la contemplación de la naturaleza, la moral, la leyenda, la historia y los anhelos del hombre.


Pues desde el surco a la ola.

Por. MSc María Eugenia Azcuy Rodríguez.

“Quisiera al morir que la mejor parte de mi vida quedase como ejemplo para los que vendrán y estén dispuestos a luchar por la justicia y el amor entre los hombres”.

Jesús Orta Ruiz.

Bajo esta advocación naboriana, nos colocamos para celebrar un Aniversario más de la Jornada Cucalambeana. Estamos ante un poeta ecléctico, presencia que lo enaltece al entregarnos los diversos registros de su producción en contenido y forma. Creador de un curioso género periodístico: la crónica en décimas, ejercicio que le proporcionó su facultad de poeta de contingencia y que le permitió recrear trascendentales hechos históricos de nuestra Patria. Ejemplo es una estrofa de Soy la Caridad del Cobre, décimas publicadas en Bohemia el 6 de diciembre de 1959, constituye un regalo para todos los cubanos y para todos los pueblos del mundo, al servicio de la unidad y la reconciliación: Alzad, alzad la Bandera/ radiante de libertad. /No quiere a la Caridad/ del Cobre, el que no la quiera. /Quien piensa en una extranjera/ pecará si la tremola /pues desde el surco a la ola/ será la Estrella cubana/ claramente soberana, / soberanamente sola.

 Esta crónica en décimas muestra desde su honda raíz popular, cómo palpitó su corazón en cada una de esas históricas unidades de tiempo, acercándose casi diariamente a la magia de la poesía. Su compromiso siempre renovado con el arte significó también el compromiso con su historia y con su pueblo. Sobre estas crónicas en versos expresó Abel Prieto: Hizo mucha poesía de ocasión y es impresionante la vigencia y la belleza que alcanzó el Indio en esa poesía que era casi periodismo.

En la obra de Naborí la religión tiene un marcado carácter social a favor de los pobres de la tierra. Sabedor de que es más universal, a partir de lo autóctono, su obra es paradigma en lucha a muerte contra la injusticia, con esa poesía amiga del intelectual valeroso que merece el honor de figurar en la historia cultural de la Revolución Cubana.


Un acercamiento al monumento cultural que es el punto cubano. La mandolina, un acorde para la música campesina. 

Elvia Rodríguez Carballo

Los orígenes del punto se remontan a un lejano pasado, allá por la época colonial como una importante manifestación cultural de nuestra tierra.

El punto cubano es conocido no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo y sobre todo desde que en el año 2017 fue declarado Patrimonio inmaterial de la humanidad, una designación más que merecida por su valor y arraigo en nuestra cultura sobre todo en la población rural.

De diversos puntos de procedencias regionales y con posiciones sociales diferentes. llegaron a nuestras playas los colonizadores, según han explicado algunos cronistas no todos eran grandes señores sino vividores y trúhanes, pero al pasar al suelo de América como conquistadores se convirtieron en la clase dominante, por tanto, esto es un proceso de concrehación de la música en nuestro país.

En esta sencilla investigación sobre el punto y las tradiciones campesinas en nuestro país quiero aprovechar la oportunidad para dar a conocer que en mi Pueblo Yaguajay existe un hombre de avanzada edad es poeta y trovador, músico y desde muy pequeño aprendió a sacarle arpejios maravilloso a un instrumento del cual se habla muy poco (La Mandolina).

Pedro aprendió este arte desde como herencia de su abuelo, el cual lo enseñó a fabricar el instrumento y a cultivar la música, este pequeño instrumento de cuerdas, el cuál pedo maneja a su antojo y en el que interpreta tanto música de Lecuona como acompaña a Trovadores, repentistas y a un gran porciento de cultores de nuestra provincia. En un evento efectuado en Yaguajay hace unos meses en el cual participó Pancho Amat, se hizo acompañar por la Mandolina tocada por Pedro y según sus palabras Pedro es un virtuoso de este instrumento.

Actualmente Pedro apoyado por la Dirección de Arte y Cultura de Yaguajay, imparte talleres a niños y adolescentes donde se ofrecen clases sobre el uso de la Mandolina.

Hemos realizado algunas investigaciones sobre este instrumento y no hemos encontrado a ninguna otra persona que cultive la música que se puede ejecutar en él. A continuación, queremos ofrecerles una muestra de las interpretaciones de Pedro y su Mandolina.


Vivo está El Cucalambé

 Lic. Leticia Fernández Sánchez

                                                                                   “El Cucalambé continúa vivo, como

                                                                             agrandándose en la flor que le otorga la

                                                                                           sangre de su pueblo”.

                                                                                                      Guillermo Villarronda

Este año conmemoramos el aniversario 191 del natalicio de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, quien viera la luz el primero de julio de 1829 y 32 años después (1861) en Santiago de Cuba, desaparece sin dejar rastro. Es el único autor de nuestra provincia reconocido por la historia de la literatura cubana y la figura más prominente de la espinela en el siglo XIX en Cuba, cumbre del siboneísmo y el criollismo literarios, fuente de inspiración para poetas posteriores.

En varias entrevistas, Jesús Orta Ruiz, al referirse a El Cucalambé, cuyos versos fueron editados en 1856,  expresó que su obra tiene la virtud de cantar a nuestros campesinos y que sus  décimas que hablaban de los indios no fueron otra cosa que decir patria y libertad en difíciles momentos de opresión y censura. Este poeta criollista fue por largos años calumniado, solo defendido por un pequeño grupo de ilustres tuneros y la tradición oral en nuestros campesinos.

Cualesquiera que fueran los motivos de su desaparición, nada mermaría los valores permanentes, fundamentales de El Cucalambé, lo que trasciende es su obra de carácter bucólico y la relación que esta tiene con la sociedad de su tiempo y con el futuro.

Lo más importante está en su contribución a una conciencia nacional; en los valores semánticos y alegóricos de su poesía, de clandestina función social; en sus recursos, de rápida y secreta comunicación con su pueblo, su sabiduría para elevar a categoría poética toda una terminología virgen en cuanto al uso literario; los elementos que hicieron de su obra la preferida por los mambises del 68 y del 95 y su folclorización en el pueblo de Cuba. Por lo que su legado perdura en las nuevas generaciones de poetas decimistas, a pesar del vanguardismo que caracteriza a la actual forma de hacer nuestra octosílaba estrofa.